Hola a todos/as...ya llega el calorcito, así que a prepararlo bien, espero que os guste!
Cuando llega el verano a todos nos encanta ir a la playa y disfrutar de una buena jornada en familia, divirtiéndonos y refrescándonos con un buen baño. Pero cuando vamos a la playa con niños, debemos extremar las precauciones y tomar algunas medidas de seguridad, para garantizar que no tengamos un accidente.
La ropa y accesorios para un niño/a ir a la playa son camiseta de algodón, bañador de lycra (porque se seca con mucha rápidez), toalla, gorrito, gafas de sol, crema solar y sandalias.
En el bolso de playa, tendremos que incluir una toalla y una muda para el pequeño/a. Siempre al salir del agua, tendrá frio y será necesario secarlo. A la caida del sol, convendrá cambiarlo con ropa seca.
Las principales amenazas de la playa para los niños son cuatro: El sol, el calor, el mar y la extensión.
-El sol, es fuente de energía, pero también puede ser fuente de problemas. Cuando se va a la playa con niños es muy importante no permanecer más de dos horas seguidas y evitar el tramo de mayor incidencia solar de 12h a 16h. Los especialistas recomiendan ir temprano por la mañana o por la tarde.
No hay que fiarse de los días nublados, ya que las nubes sólo filtran un 10% de la radiación solar. Por ello, aunque el cielo esté cubierto, se deben adoptar las mismas medidas de protección frente al sol que en un día soleado.
Los protectores solares son imprescindibles en la playa, para niños y mayores, no deberían usar menos de un factor de protección 30, especialmente en el caso de niños pequeños o de piel muy blanca, y deben elegirse productos que ofrezcan protección frente a los rayos solares UVA y UVB.
Hay que aplicar el protector al menos 30min. antes de iniciar la exposición al sol, y repetir la aplicación tantas veces como sea necesario y después de cada baño, aunque el producto indique que es resistente al agua. Debe extenderse por todo el cuerpo especialmente en cara, cuello, orejas, nuca y hombros, evitando el contacto con los ojos.
El gorro y las gafas de sol también protegen de la radiación solar.
-El calor, es tan peligroso como el sol. La deshidratación es el principal problema, de modo que es fundamental mantener a los niños frescos e hidratados. Los pequeños se entusiasman tanto con los juegos y la playa que olvidan de beber y comer.
El agua, los zumos frescos o las frutas de alto contenido de líquido (como la sandía) son estupendos aliados. En el caso de los bebés que aún se alimentan con lactancia materna, no es necesario añadir otros líquidos. Sin embargo, es muy importante no taparlos en exceso para que no sufran un golpe de calor.
-El mar, antes del baño, conviene mojar al niño/a la tripa, el pecho, las muñecas y la nuca. Los cambios bruscos de temperatura son peligrosos. Es mejor acercarse poco a poco para que se aclimaten a la temperatura del agua. Después sí podrán jugar y divertirse con las olas.
Los niños nunca deben meterse al mar sin supervisión y la compañia de un adulto.
No podremos bañarnos si hay bandera roja y tampoco se recomienda con bandera amarilla, deberemos respetar siempre las advertencias de los socorristas y seguir sus indicaciones.
Durante los baños en la playa, habrá que tener cuidado con animales como las medusas, los niños/as deberán saber que no pueden tocar y deben alejarse.
Los pequeños en la playa deberán llevar el gorro todo el tiempo, solo podremos quitárselo cuando este en el agua o bajo la sombra. Cuando entre al agua, aseguraros que siempre tenga la cabeza mojada.
Los niños deben bañarse en la orilla, nunca en lo profundo. Cuando vaya solo al agua, no le quitéis los ojos de encima, y debéis manteros a una distancia cercana.
Las corrientes marinas pueden ser muy traicioneras; no es lo mismo una psicina que el mar. Es necesario que los pequeños se habitúen y pierdan el miedo al agua, pero no el respeto. A la hora de elegir flotadores es mejor que optéis por los manguitos.
-La extensión de una playa ofrece una medida aproximada de toas las coas en las que hay que pensar. Los niños deben jugar cerca de los adultos, donde ellos puedan verlos. Una idea muy útil es ofrecerles referencias y delimitar la zona de juego con líneas imaginarias, por ejemplo "desde aquí hasta la sombrilla de colores".
Los niños más pequeños, tienen que jugar más cerca de los padres. Es importante que se sienten sobre una toalla, aunque los pequeños disfrutan mucho de la desnudez porque se sienten más cómodos pero es preciso que siempre lleven bañador porque la arena puede causar infecciones y rozaduras.
En todos los casos, ya sea en la arena o en el mar, es fundamental no perderles de vista, como último consejo, colocarles una pulsera anti-perdidas con el número de teléfono de los papás.
Espero que os sirvan estos consejos.
Gracias por estar ahí.
Pilar MH